dramatic
domingo, 18 de noviembre de 2012
Cervantes Saavedra, Miguel de
Dramaturgo, poeta y novelista español.
Nació el 29 de septiembre de 1547, en Alcalá de Henares, Madrid (España) y falleció el 22 de abril de 1616 en Madrid.
Fue bautizado en la Iglesia de Santa María el 9 de octubre de 1547.
Hijo de Rodrigo de Cervantes, que fue médico de escasos recursos y de Leonor de Cortinas, fue el cuarto de siete hijos.
Cervantes parece ser, estudió con los jesuitas de Córdoba o Sevilla y quizás en Salamanca.
Con bastante seguridad podemos afirmar que fue discípulo de López de Hoyos, en el estudio de Madrid.
Durante su adolescencia vivió en varias ciudades españolas (Madrid, Sevilla).
Cuando cumplió veinte años, abandonó su país, para abrirse camino en Roma, ciudad donde estuvo al servicio del cardenal Acquaviva.
Recorrió Italia, se enroló en la Armada española y en 1571 participó con heroísmo en la batalla de Lepanto, donde comienza el declive del poderío turco en el Mediterráneo.
Fue en esta batalla, donde Cervantes perdió el movimiento del brazo izquierdo, por lo que fue llamado el Manco de Lepanto.
Mientras regresaba a España, en el año 1575, fue apresado por los corsarios y trasladado a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio (1575-1580).
Por fin le liberaron los frailes trinitarios, y partió hacia la ciudad de Madrid.
A su llegada, se encontró a su familia en la ruina.
Al poco tiempo contrae matrimonio en Esquivias (Toledo) con Catalina de Salazar y Palacios.
Arruinada también su carrera militar, intenta sobresalir en las letras.
Publica La Galatea (1585) y lucha, sin éxito, por destacar en el teatro.
Sin medios para vivir, marcha a Sevilla como comisario de abastos para la Armada Invencible y recaudador de impuestos.
Es allí donde le encarcelan por irregularidades en sus cuentas.
Cuando es puesto en libertad se traslada a Valladolid.
En 1605 publica la primera parte del Quijote.
El éxito dura poco.
De nuevo es encarcelado a causa de la muerte de un hombre delante de su casa.
En 1606 regresa con la Corte a Madrid.
Vive con apuros económicos y se entrega a la creación literaria.
En sus últimos años publica las Novelas Ejemplares (1613), el Viaje del Parnaso (1614), Ocho Comedias y Ocho Entremeses (1615) y la segunda parte del Quijote (1615).
El triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas.
Durante sus últimos meses de vida, se dedicó a Los Trabajos de Persiles y Segismunda (de publicación póstuma, en 1617).
Centrándonos en su obra, hay que destacar que Cervantes se dedicó en un primer momento a la poesía y al teatro, géneros que nunca abandonaría.
Dentro de su obra poética destacan sonetos, canciones, églogas, romances, letrillas y otros poemas menores dispersos o incluidos en sus comedias y en sus novelas.
Aunque en otras ocasiones se enorgullece de sus versos, en su tiempo no logró ser aceptado como poeta.
En el teatro tampoco encontró la fama que buscaba. Logró estrenar con éxito varias comedias.
Pero tampoco sus contemporáneos lo aceptaron como dramaturgo.
Cervantes, con una concepción clásica del teatro, tuvo que soportar el triunfo arrollador de Lope de Vega en la renovación de la escena española con su Arte nuevo de hacer comedias.
En cambio, no tuvo la misma suerte con la prosa.
Se inició en este género escribiendo una novela pastoril que fue su primer libro publicado, con el título de Primera parte de La Galatea (1585).
En ella, los personajes son pastores convencionales que cuentan sus penas amorosas y expresan sus sentimientos en una naturaleza idealizada.
La Galatea está formada por seis libros en los cuales se desarrollan una historia principal y cuatro secundarias. La principal refiere los amores de los pastores Elicio y Galatea, a la cual su padre quiere casar con el rico Erastro.
Entre 1590 y 1612 Cervantes fue escribiendo una serie de novelas cortas que, después del reconocimiento obtenido con la primera parte del Quijote en 1605, acabaría reuniendo en 1613 en la colección de Novelas Ejemplares.
Esta colección se inicia con La Gitanilla, fantasía poética creada en torno a la figura de Preciosa y la relación entre la gitanilla y un joven capaz de renunciar a su alcurnia por amor.
En contraste con tan embellecido marco sigue El Amante Liberal, novela bizantina de amor y aventuras, con las adversidades que Ricardo y Leonisa han de superar antes de su matrimonio.
Escribió un gran número de obras, pero ninguna como Don Quijote de la Mancha, hoy en día considerada como una obra universal.
Se cree que la comenzó a escribir mientras se encontraba en la cárcel a finales del siglo XVI.
Ya en el verano de 1604 estaba terminada la primera parte, que apareció publicada a comienzos de 1605 con el título de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Tuvo un éxito inmediato.
En 1614 aparecía en Tarragona la continuación apócrifa escrita por alguien oculto en el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda, quien acumuló en el prólogo insultos contra Cervantes.
Por entonces éste llevaba muy avanzada la segunda parte de su inmortal novela.
La terminó muy pronto, acuciado por el robo literario y por las injurias recibidas.
Por ello, a partir del capítulo 59, no perdió ocasión de ridiculizar al falso Quijote y de asegurar la autenticidad de los verdaderos don Quijote y Sancho.
Esta segunda parte apareció en 1615 con el título de El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha.
En 1617 las dos partes se publicaron juntas en Barcelona.
Y desde entonces el Quijote se convirtió en uno de los libros más editados del mundo y, con el tiempo, traducido a todas las lenguas con tradición literaria.
Cervantes afirmó varias veces que su primera intención era mostrar a los lectores de la época los disparates de las novelas de caballerías.
En efecto, el Quijote ofrece una parodia de las disparatadas invenciones de tales obras.
Pero significa mucho más que una invectiva contra los libros de caballerías.
García Lorca, Federico
Poeta y dramaturgo español. Nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898 y fue asesinado entre el 17 y el 19 de agosto de 1936 en las afueras de la ciudad de Viznar junto a otros detenidos. El pelotón de ejecución estuvo integrado por Guardias de Asalto y miembros de las paramilitares Escuadras Negras. La creación lorquiana es vastísima, por la multiplicidad de sendas en las que incursionó y por la cantidad de variantes que trazó en cada una de ellas, además de poeta y dramaturgo fue director escénico, actor, titiritero, teórico del arte, conferenciante, músico y dibujante. Entre sus obras están: Bodas de Sangre, Doña Rosita la Soltera, Yerma, La Niña que Riega la Albahaca y el Príncipe Preguntón, La Zapatera Prodigiosa.
Shakespeare, William
Dramaturgo y poeta inglés. Nace en Stratford, Inglaterra, posiblemente el 23 de abril de 1564 y muere en su ciudad natal el 23 de abril de 1616, acaso el mismo día de su cumpleaños.Tercero de ocho hermanos, fue el primer hijo varón de un comerciante, y de Mary Arden, hija a su vez de un terrateniente católico. El poeta habría cursado durante unos seis años Grammar School o escuela primaria, cuya materia básica era el latín. aunque tuvo que ponerse a trabajar como aprendiz de carnicero, por la difícil situación económica que atravesaba su padre. En 1582 contrae matrimonio con Anne Hathaway, hija de un granjero y varios años mayor que él al parecer por haberla dejado embarazada de su primer hija, Susanna, que nació en 1583. Luego tuvo dos mellizos -un niño, que murió a los 11 años de edad, y una niña- en 1585. Al parecer, hubo de abandonar Stratford ya que lo sorprendieron cazando furtivamente en las propiedades del juez de paz de la ciudad. Se cree que llegó a Londres hacia 1588 y, cuatro años más tarde, ya había logrado un notable éxito como dramaturgo y actor teatral. Tuvo el mecenazgo de Henry Wriothesley, tercer Conde de Southampton. La publicación de dos poemas eróticos según la moda de la época, Venus y Adonis (1593) y La Violación de Lucrecia (1594), y de sus Sonetos (editados en 1609) le dieron la reputación de brillante poeta. La reputación de Shakespeare se basa, sobre todo, en las 38 obras teatrales de las que se tienen indicios de su participación, aunque sus contemporáneos de mayor nivel cultural las rechazaron, por considerarlas, como al resto del teatro, tan sólo un vulgar entretenimiento. Shakespeare en Londres compartió los beneficios de la compañía teatral en la que actuaba y de la que fue uno de sus fundadores, la Chamberlain's Men, más tarde llamada King's Men, y de los dos teatros que ésta poseía, The Globe y Blackfriars. Sus obras fueron representadas en la corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I. En 1610, William Shakespeare retornó a su pueblo natal. Había cumplido uno de sus muchos propósitos, lograr una fortuna.Hasta el siglo XVIII, Shakespeare fue considerado únicamente como un genio difícil. Se han propuesto teorías según las cuales sus obras fueron escritas por alguien de una educación superior, tal vez por el estadista y filósofo sir Francis Bacon, o por el Conde de Southampton, protector del autor, o incluso por el dramaturgo Christopher Marlowe, el cual, según la opinión de algunos estudiosos, no murió en una reyerta de taberna, sino que huyó al continente, donde siguió escribiendo. A pesar de la controvertida identidad de Shakespeare, sus obras fueron admiradas ya en su tiempo por Ben Jonson y otros autores, que vieron en él una brillantez destinada a perdurar en el tiempo; Jonson dijo que Shakespeare "no era de una época, sino de todas las épocas". Del siglo XIX en adelante, sus obras han recibido el reconocimiento que merecen en el mundo entero. Casi todas sus obras continúan hoy representándose y son fuente de inspiración para numerosos experimentos teatrales, pues comunican un profundo conocimiento de la naturaleza humana, ejemplificado en la perfecta caracterización de sus variadísimos personajes. Su habilidad en el uso del lenguaje poético y de los recursos dramáticos, capaz de crear una unidad estética a partir de una multiplicidad de expresiones y acciones, no tiene par dentro de la literatura universal. Autores teatrales ingleses posteriores, como John Webster, Philip Masinger y John Ford tomaron prestadas ideas de sus obras, y su influencia en los autores de la restauración, en especial sobre John Dryden, William Congreve y Thomas Otway resulta más que evidente. Por otro lado, en numerosos escritores de nuestro siglo, como Pinter, Beckett y George Bernard Shaw se ven las huellas de Shakespeare. No se conoce con exactitud la fecha de composición de muchas de sus obras. Sus primeras obras teatrales fueron cuatro dramas que tenían como trasfondo los enfrentamientos civiles en la Inglaterra del siglo XV, un estilo muy popular en la época. Estas cuatro obras, Enrique VI, Primera, Segunda y Tercera parte (hacia 1590-1592) y Ricardo III (hacia 1593), tratan de las consecuencias que para el país tuvo la falta de un liderazgo fuerte, debido al egoísmo de los políticos de la época. El ciclo se cierra con la muerte de Ricardo III y la subida al trono de Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor, a la que pertenecía la reina Isabel. En cuanto a estilo y estructura, contienen numerosas referencias al teatro medieval y otras a las obras de los primeros dramaturgos isabelinos, en especial Cristopher Marlowe, a través de los cuales conoció las obras del dramaturgo clásico latino Séneca. Esta influencia, que se manifiesta en sus numerosas escenas sangrientas y en su lenguaje colorista y redundante, especialmente perceptible en Tito Andrónico (hacia 1594), una tragedia poblada de justas venganzas, que posee una puesta en escena muy detallista. En este primer periodo escribió numerosas comedias, entre las cuales cabe resaltar La Comedia de las Equivocaciones(hacia 1592), una divertida farsa que, imitando el estilo de la comedia clásica latina, basa su interés en los errores de identidad que provocan dos parejas de gemelos y los equívocos que se producen respecto al amor y a la guerra. El carácter de farsa ya no resulta tan evidente en La Doma de la Bravía(hacia 1593), una comedia de caracteres. Por otro lado, Los Dos Hidalgos de Verona(hacia 1594) basa su atractivo en el uso del amor idílico, mientras que Trabajos de Amor Perdidos(hacia 1594) satiriza los amores de sus personajes masculinos, así como su entrega a los estudios con el fin de no caer en las redes del amor. El modo en que están construidos sus diálogos ridiculiza el estilo artificial y redundante del novelista y dramaturgo John Lyly, las convenciones cortesanas de la época y, quizá, también las discusiones científicas de Walter Raleigh y sus seguidores. Siguió con una profundización en su individualidad como autor teatral, escribió algunas de sus obras más importantes relacionadas con la historia inglesa y las denominadas comedias alegres, así como dos de sus mejores tragedias. Entre las primeras cabe destacar Ricardo II(hacia 1595), Enrique IV, Primera y segunda parte (hacia 1597) y Enrique V(hacia 1598), que cubren un periodo de tiempo inmediatamente anterior al de su Enrique VI. La primera es un estudio alrededor de la figura de un débil, sensible y teatral, aunque agradable rey que pierde su reino en manos del que sería Enrique IV. La introducción, en distintas proporciones, de elementos trágicos y cómicos para expresar amplios espectros de caracteres se convertiría en uno de los recursos favoritos del autor inglés. Entre las comedias de este periodo sobresale Sueño de Una Noche de Verano(hacia 1595), una obra plagada de fantasía en la que se entremezclan varios hilos argumentales centrados respectivamente en dos parejas de nobles amantes, en un grupo de despreocupados cómicos y en una serie de personajes pertenecientes al reino de las hadas. En El Mercader de Venecia (hacia 1596), por otro lado, se puede encontrar otra sutil evocación de atmósferas exóticas similar a la de la obra anterior. En ella aparecen retratadas las cualidades renacentistas de la amistad viril y el amor platónico que se oponen a la amarga falta de humanidad de un usurero llamado Shylock. El tipo de mujer de ingenio rápido, calidez y responsabilidad personificado en Portia reaparecería, más adelante, en las comedias alegres del segundo periodo, mientras que, por el contrario, la ingeniosa comedia Mucho Ruido y Pocas Nueces(hacia 1599) deforma, según la opinión de muchos críticos, en el tratamiento un tanto insensible, a los personajes femeninos. Sin embargo, las comedias de madurez Como Gustéis(hacia 1600) y Noche de Epifanía(hacia 1600) se caracterizan por su lirismo, su ambigüedad y por el atractivo de sus bellas, encantadoras e inteligentes heroínas. Otra de las comedias de este segundo periodo, Las Alegres Comadres de Windsor(hacia 1599), es una farsa sobre la vida de la clase media en la cual reaparece el personaje de Falstaff como víctima cómica. Dos grandes tragedias, muy distintas entre sí por su naturaleza, marcan el comienzo y el final de este segundo periodo. Por un lado, Romeo y Julieta(hacia 1595) muy famosa por su poético tratamiento de los éxtasis amorosos juveniles, pone en escena el trágico destino de dos amantes, forjado por la enemistad de sus familias y por lo temperamental de sus propios caracteres. Por el otro, Julio César(hacia 1599) es una tragedia sobre la rivalidad política, muy intensa, aunque en menor medida que las tragedias posteriores. Hamlet(hacia 1601), su obra más universal, va más allá de las otras tragedias centradas en la venganza, pues retrata de un modo escalofriante la mezcla de gloria y sordidez que caracteriza la naturaleza humana. Hamlet siente que vive en un mundo de engaños y corrupción, sentimiento que le viene confirmado por el asesinato de su padre y la sensualidad desenfrenada de su madre. Otelo, el Moro de Venecia(hacia 1604) retrata el surgir y el expandirse de unos injustificados celos en el corazón del protagonista, un moro que es el general del ejército veneciano. El supuesto motivo de sus celos, su inocente esposa Desdémona, es utilizada por Yago, el lugarteniente de su marido, para destruir su carrera militar llevándole al borde de la locura. El Rey Lear(hacia 1605), concebido en un tono más épico, describe las consecuencias de la irresponsabilidad y los errores de juicio de Lear, dominador de la antigua Bretaña, y de su consejero, el duque de Gloucester. El trágico final llega como resultado de entregar el poder al hijo malvado y no al bondadoso. Antonio y Cleopatra(hacia 1606), otra de las grandes tragedias, se centra en otro tipo de amor, la pasión del general romano Marco Antonio por Cleopatra, reina de Egipto, glorificada por algunos de los versos más sensuales de toda la producción shakespeariana. Macbeth(hacia 1606), en cambio, describe el proceso de un hombre esencialmente bueno que, influido por otros y debido también a un defecto de su propia naturaleza, sucumbe a la ambición y llega hasta el asesinato perdiendo su humanidad. Otras tres obras de este periodo revelan la amargura contenida en estas tragedias, pues sus personajes no poseen categoría trágica ni grandeza alguna. Así, Troilo y Cressida(hacia 1602), la más efectista de sus obras, pone de manifiesto, de un modo muy clarificador, el abismo que extiende entre lo ideal y lo real, tanto en el terreno político como individual, mientras que en Coriolano(hacia 1608), otra tragedia ambientada en la antigüedad, el legendario héroe romano Cayo Marcio Coriolano aparece como un personaje incapaz de seducir a las masas o de dominarlas por la fuerza. Igualmente amargo, Timón de Atenas(hacia 1608) narra la historia de un personaje reducido a la misantropía por la ingratitud de sus sicofantes. Debido a la fluctuante calidad de su escritura, se ha avanzado la hipótesis de que esta obra fuera escrita en colaboración con otro dramaturgo, posiblemente Thomas Middleton. Las dos comedias de este periodo son también algo oscuras. De hecho, se las ha llamado "las obras problemáticas", pues no entran claramente en ninguna categoría, ni presentan desenlaces demasiado inteligibles. A Buen Fin No Hay Mal Principio(hacia 1602) y Medida Por Medida(hacia 1604) tienen en común, además, el hecho de cuestionar la moral oficial. Hacia el final de su carrera, el dramaturgo inglés creó numerosas obras en las que, a través de la intervención de la magia, la piedad, el arte o la gracia, sugiere con frecuencia la esperanza en la existencia de una redención para el género humano. Estas obras están escritas, por lo general, con una gravedad que las aleja de las comedias de los periodos anteriores, pero suelen tener finales felices en forma de reuniones o reconciliaciones. Para muchos críticos literarios, estas tragicomedias shakespearianas representan un giro de tuerca más en el desarrollo creativo del autor, aunque otros opinan que se debieron sólo a cambios acaecidos en las modas teatrales de la época. La tragicomedia romántica Pericles, Príncipe de Tiro(hacia 1608), retrata a un personaje abatido por la pérdida de su esposa y por la persecución de su hija. Tras innumerables y exóticas aventuras, el desagraciado Pericles consigue reunirse por fin con ambas. En Cimbelino(hacia 1610) y El Cuento de Invierno(hacia 1610), los personajes soportan también grandes sufrimientos aunque al final consiguen la felicidad. La más lograda, quizá, de las creaciones derivadas de este peculiar punto de vista sea la última de las obras que consiguió completar y aquella en la que alcanzó las más altas cimas de lirismo poético, La Tempestad(hacia 1611), una tragicomedia a través de cuyo desenlace se pueden comprender los beneficiosos efectos de la alianza entre la sabiduría y el poder. En esta obra, Próspero, Duque de Milán, expulsado de su reino por su hermano y condenado al exilio en una lejana isla, utiliza sus poderes mágicos para confundir al usurpador de su ducado y crear una relación de amor entre su propia hija, Miranda, y el hijo del rey de Nápoles, cómplice del golpe de Estado. Dos obras finales, el drama histórico Enrique VIII(hacia 1613) y Los Dos Nobles Caballeros(hacia 1613 y publicada en 1634), la historia de dos jóvenes caballeros enamorados de una dama, atribuidas a Shakespeare, parecen ser más bien fruto de su colaboración con John Fletcher.
sábado, 17 de noviembre de 2012
JORGE DÍAZ
(1930- ), artista y dramaturgo chileno. Nació en Rosario (Argentina). Llegó a Chile en 1934, donde estudió y ejerció un tiempo arquitectura, realizó exposiciones pictóricas, participó en teatro como actor y desde 1961 como autor. En 1965, se trasladó a Madrid, donde permaneció por treinta años. En la línea del teatro del absurdo, sus principales obras dramáticas son: El cepillo de dientes (1960), El velero en la botella (1962), El lugar donde mueren los mamíferos (1963), Variaciones para muertos de percusión (1964), Topografía de un desnudo (1972) y Oscuro vuelo compartido (1988). En ellas campean frecuentemente la denuncia y el humor negro. Autor, además, de una treintena de piezas de teatro infantil. Ha sido profusamente traducido, representado y galardonado. En 1993, recibió el Premio Nacional de Artes audiovisuales y de la representación.
FERNANDO CUADRA
(1927- ), escritor chileno nacido en Rancagua. Fecundo autor de teatro cuya creación ofrece diversas facetas temáticas: la poético-simbólica, la histórico-costumbrista y la de crítica social. Entre sus obras más exitosas se hallan: Cinco lagartos (1943), Las Medeas (1948, Premio Concurso Anual de Obras Teatrales, del Teatro Experimental de la Universidad de Chile), Las murallas de Jericó (1950, Premio Concurso Anual de Obras Teatrales, del mismo Teatro Experimental), Elisa (1953), La desconocida (1954), La vuelta al hogar (1956), Doña Tierra (1957), El Diablo está en Machalí (1958), Rancagua 1814 (1960), La niña en la palomera (1968, basada en el hecho real del secuestro de una adolescente en Santiago, hecho que causó conmoción social, premios Municipal de Santiago y Gabriela Mistral), Chilean love (1975) y La familia de Marta Mardones (1976).
Obtuvo, además, los premios Carlos Cariola, de la Sociedad de Autores Teatrales; Cincuentenario de la Sociedad de Autores Teatrales de Chile; Pedro de Oña, de la Municipalidad de Ñuñoa; de la Universidad de Concepción y de CRAV (Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar).
Obtuvo, además, los premios Carlos Cariola, de la Sociedad de Autores Teatrales; Cincuentenario de la Sociedad de Autores Teatrales de Chile; Pedro de Oña, de la Municipalidad de Ñuñoa; de la Universidad de Concepción y de CRAV (Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar).
ISIDORA AGUIRRE
(1919- ), escritora y compositora musical chilena, nacida en Santiago.
Se destaca, sobre todo, por su variada creación dramática, que comprende desde ágiles monólogos hasta obras de manifiesta tendencia hacia la protesta social bajo el influjo de Bertolt Brecht. Algunos de sus numerosos títulos en este género son: Pacto de medianoche (1954), Carolina (1955), Anacleto Chin Chun (1956), Entre dos trenes (1956), Las Pascualas (1957), La micro (1957), Dos y dos son cinco (1957), Las sardinas o la supresión de Amanda (1958), Población Esperanza (en colaboración con Manuel Rojas, 1959), La pérgola de las flores (comedia musical en colaboración con Francisco Flores del Campo, 1960), Los papeleros (1963, Premio Municipal de Santiago), La dama del canasto (1965), Don Anacleto Avaro (1965), Maggie ante el espejo (1965), Los que van quedando en el camino (1969, premios Municipal de Santiago y Casa de las Américas), Retablo de Yumbel (1978, Premio Casa de las Américas) y ¡Lautaro! (1982).
Como autora musical, ha creado numerosas composiciones folclóricas, grabadas por intérpretes como Los Quincheros y Margot Loyola.
Se destaca, sobre todo, por su variada creación dramática, que comprende desde ágiles monólogos hasta obras de manifiesta tendencia hacia la protesta social bajo el influjo de Bertolt Brecht. Algunos de sus numerosos títulos en este género son: Pacto de medianoche (1954), Carolina (1955), Anacleto Chin Chun (1956), Entre dos trenes (1956), Las Pascualas (1957), La micro (1957), Dos y dos son cinco (1957), Las sardinas o la supresión de Amanda (1958), Población Esperanza (en colaboración con Manuel Rojas, 1959), La pérgola de las flores (comedia musical en colaboración con Francisco Flores del Campo, 1960), Los papeleros (1963, Premio Municipal de Santiago), La dama del canasto (1965), Don Anacleto Avaro (1965), Maggie ante el espejo (1965), Los que van quedando en el camino (1969, premios Municipal de Santiago y Casa de las Américas), Retablo de Yumbel (1978, Premio Casa de las Américas) y ¡Lautaro! (1982).
Como autora musical, ha creado numerosas composiciones folclóricas, grabadas por intérpretes como Los Quincheros y Margot Loyola.
ARMANDO MOOCK
(1894-1942), escritor y dramaturgo chileno que nació en Santiago.
Estudió Arquitectura algunos años, pero vivió para el teatro. Sus obras, de corte costumbrista, mezcla de realismo e idealización, enfocan, con maestría técnica, la vida diaria de la clase media, entre las aspiraciones y la mediocridad. Destacan, sobre otras cuarenta: Isabel Sandoval, modas (1915), Pueblecito (1917), La serpiente (1919), M. Ferdinand Pontac (1922), Mocosita (1929, premio concurso Pérez, Claro y Cía.), Rigoberto (1935, premio municipal de Santiago) y Algo triste que llaman amor (1941, premio del Consejo Nacional de Cultura Argentina).
Publicó algunas novelas, como ¡Pobrecitas! (1916, premio concurso Elena Elguín, traducida al italiano) y Sol de amor (1924), y artículos de prensa en Buenos Aires.
Teatro Contemporáneo.
Estudió Arquitectura algunos años, pero vivió para el teatro. Sus obras, de corte costumbrista, mezcla de realismo e idealización, enfocan, con maestría técnica, la vida diaria de la clase media, entre las aspiraciones y la mediocridad. Destacan, sobre otras cuarenta: Isabel Sandoval, modas (1915), Pueblecito (1917), La serpiente (1919), M. Ferdinand Pontac (1922), Mocosita (1929, premio concurso Pérez, Claro y Cía.), Rigoberto (1935, premio municipal de Santiago) y Algo triste que llaman amor (1941, premio del Consejo Nacional de Cultura Argentina).
Publicó algunas novelas, como ¡Pobrecitas! (1916, premio concurso Elena Elguín, traducida al italiano) y Sol de amor (1924), y artículos de prensa en Buenos Aires.
Teatro Contemporáneo.
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